Así fue que aprendí que la motivación viene de moverse. Como mencioné en mi libro «Personas compran personas«, tuve el privilegio de nacer en el seno de una familia de inmigrantes españoles. Mi madre asturiana provenía de una tradición arraigada en el sentido de la responsabilidad y el valor de la familia. Por otro lado, mi padre, un hombre trabajador, era oriundo de Las Palmas de La Gran Canaria.

Es interesante cómo se tiene la imagen de los isleños en España, considerándolos personas de poca inteligencia. Investigando un poco más sobre este estereotipo, descubrí que este calificativo no se debe a una falta de inteligencia, sino a su tenaz sentido del trabajo.
Despectivamente, se les conoce como «burritos de carga«, una referencia al duro y constante trabajo que realizan. Curiosamente, en algunas regiones de habla hispana, «bruto» es sinónimo de «burro».
Sin embargo, al analizar esta visión peyorativa hacia las personas trabajadoras, encontré el origen etimológico de la palabra «trabajo». Proveniente del latín «tripaliare», que deriva de «tripalium» (que significa literalmente «tres palos»), se hace alusión al yugo en el cual los esclavos eran amarrados para ser azotados.
Es probable que persista un prejuicio arraigado, dado el origen negativo de la palabra, que ha pasado de «trabajo» a asociarse con las personas dedicadas a trabajar, lo cual puede ser una causa subconsciente de la imagen negativa que se tiene de los isleños.
Mi actitud frente a los desafíos
Durante mi infancia y adolescencia, Venezuela también enfrentó momentos difíciles. Nos subían el alquiler de la casa, aumentaban las mensualidades del colegio de mi hermana y yo, y mi padre luchaba con problemas de salud derivados de situaciones económicas mal manejadas. A pesar de todas estas dificultades, nunca escuché a mis padres quejarse o maldecir al gobierno, a pesar de tener razones para hacerlo.

Al contrario, cuando las cosas se ponían difíciles, mi padre siempre nos transmitía un mensaje claro: «Hay que trabajar». Entendíamos que debíamos reducir gastos, pero también aprendí de mi padre que no se puede progresar únicamente recortando costos, sino que debemos combinarlo con una mayor producción.
Recuerdo que en esas situaciones, íbamos los fines de semana a vender la mercancía de mi padre en el mercado de Chacao. Incluso me vi llevando una cama plegable a altas horas de la madrugada para reservar un espacio en el mercado de Guaicaipuro o del Cementerio, donde colocábamos la mercancía y vendíamos.
La importancia de trabajar más y moverse
En la actualidad, Venezuela atraviesa una situación desafiante. Podríamos sentarnos a maldecir a los gobernantes de turno, pero eso no solucionará nada. Por eso, quiero compartir el mensaje que mi padre, Francisco, nos transmitía a mi familia y a mí: trabajar más. Sin embargo, no se trata solo de trabajar más horas, sino de ser más inteligentes, productivos y prepararnos cada vez mejor.
Si trabajas en una empresa, debes esforzarte por conocer mejor el negocio y demostrar el valor que aportas, para que aquellos que toman decisiones reconozcan tus méritos y te concedan el aumento que mereces.

Si trabajas en ventas y tienes un ingreso variable, busca visitar a seis o siete clientes al día en lugar de los cinco habituales. Es necesario hacer más, moverse más. Por eso, tanto en mi libro «Personas compran personas» como en mis charlas y talleres, siempre enfoco en la proactividad y en saber encontrar las motivaciones adecuadas.
No debemos olvidar que, hablando de orígenes etimológicos, la motivación viene de «moverse«, de ponerse en movimiento. Es la acción lo que impulsa nuestro progreso y nos lleva a alcanzar nuestros objetivos.
Conclusión
Desde mi experiencia personal y las enseñanzas de mi padre, invito a cambiar nuestra actitud hacia el trabajo y los desafíos. En lugar de quejarnos y maldecir, debemos trabajar más, ser más productivos e inteligentes, y prepararnos constantemente para enfrentar los retos que se presenten.
La verdadera motivación proviene del movimiento y la acción. Siguiendo este enfoque, podremos superar las dificultades y alcanzar el éxito en todas las áreas de nuestra vida.